Aprovechando que Don Blas Pérez
González, Ministro de la Gobernación, era palmero, y que estaba en la isla
junto al Director del Banco de Crédito visitando el Volcán de San Juan; nuestro
párroco emocionado les contó el “Milagro de la Virgen de Fátima” en el Volcán y
la promesa del pueblo de Las Manchas.
-“Yo se lo pedía a la Virgen de Fátima
y la Virgen Salvó la Ermita”. repetía. Y conmovidos, el Director del Banco de
Crédito, le prometió hacer la donación para el Monumento, y que éste se haría
en la zona de la lava donde solamente quedó un pino.
Este apoyo inicial fue crucial para
promover que se implicara también el Obispo auxiliar de Madrid, el cual aprobó
el proyecto y se hizo el encargo a Galicia, Cuna de los mejores talleres de
piedra.
A su vez, esta promesa consiguió el
apoyo incondicional del Obispo de Tenerife y del Arzobispo de Santiago.
Y al llegar este encargo al taller del
Villaverde, sus trabajadores acordaron realizar la talla de manera altruista.
Se negaron a cobrar para regalar la imagen en nombre de Galicia a la isla de La
Palma.
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